Ver el mini documental de Beckham (aunque seas culé). Check. Just saying.
La rivalidad del fútbol tiene también sus consecuencias fuera del terreno de juego. Podría ser ése el resumen de lo que cuenta una familia que ha estado unida a este deporte durante años. Con la plataforma Netflix haciendo contrato de mini-temporada por ellos, y añadiendo primerísimos planos de los protagonistas hablando sobre cómo se sintieron en una jugada que «lo cambiaría todo», o unos brutos de cinta casera donde se ve a un niño con el balón en los pies o imágenes de prensa donde se ve a miles de fans gritando dos nombres que se volvieron icónicos en la cultura pop de los 2000. Porque ¿quién no sabe quien es la ‘posh spice’ y el futbolista inglés rubio y alto con tantos tatuajes? Una poco de moda, otra de fútbol, otra de amor, las marcas y el deporte, algo de ‘horas bajas’, la presión, los entrenamientos, los conflictos entre entrenadores y jugadores. El epicentro en Beckham se va extendiendo en diversas áreas que la pareja ha revivido en sus más de dos décadas de relación.
Con cada fichaje, una nueva ciudad, una nueva mudanza. Una ecuación que es básica en el mundo del deporte, pero que resulta interesante. Quizá porque el nombre de los Beckham da curiosidad, ya que hace tiempo que son famosos ‘out del foco’. Victoria como empresaria y diseñadora de moda y David Beckham, con su nueva faceta dirigiendo. Pero antes de todo eso, antes de ser el dueño del Inter de Miami y tener en plantilla a estrellas internacionales como Messi para dar terreno al soccer americano, también había perseguido el sueño de ser el mejor futbolista. Da igual que fueses culé o merengue. O que vieses jugar a David Beckham desde un asiento de Old Trafford o que siguieses los partidos de la selección Inglesa. Beckham es un apellido que resuena.
Sorprende por el actual perfil de ambos que en cuatro episodios digan por lo que han pasado como pareja, y no solo sean para repasar las jugadas de fútbol. Puede, y en el docu es evidente, que cuando se decide contar tu vida alimentar un poco el ego también sea el añadido. De ahí que los entrevistados digan palabras y gestos buenos. Con algún chascarillo. Unas risas. Unas bromas de los jugadores de fútbol más famosos. Hablar de Zidane, Figo. Incluso a entrenadores o presidentes de equipos. Tampoco se esperaba otra cosa ni otro resultado siendo personajes públicos.
Beckham, de pocos episodios pero extensos, dirigida por Fisher Stevens y producida por John Batssek, contiene archivos audiovisuales inéditos, donde se ve cómo David se maneja entre jugadas e ideas y algún que otro escándalo en el matrimonio. Aunque según Stevens, en una entrevista a CNN, lo que más le sorprendió de la pareja fue ver “lo cercanos que eran, lo que dependían el uno del otro, al punto de no tomar decisiones sin discutirlo antes fuera lo que fuese».
Desde mi visión, lo más interesante es la relación entre el padre de Beckham y el protagonista del documental. Todo comienza con el deseo del padre de triunfar en un equipo como el Manchester United, algo que no pudo vivir él mismo y que lo hace posible con su hijo. Su primera decisión, elegir su nombre por un futbolista. Aparte de las innumerables horas de grabación que David Beckham Sr. ha realizado siguiendo su carrera como futbolista, es más inherente el hecho de ser tal la manera que éste tenía de soñar y sentir el deporte que fue a parar directamente en su hijo con la educación férrea y las horas de aprender a chutar correctamente. Esa búsqueda de posición y toque del balón perfecto parece trasladarse a la personalidad perfeccionista de David en varias áreas de su vida.
Luego llegaron los contratos millonarios con grandes marcas y las cesiones y los cambios de clubes; esa línea fina de separar la imagen de futbolista dedicado al fútbol de la de personaje público e icono. Con Beckham son conceptos que se acaban juntando pese a que todo su entorno no lo celebrase en su día. Junto a Victoria ha ido lo de salir en portadas, ir a programas de televisión, junto a su interés por la moda (atención a su vestidor actual y a los looks de V. y D. a lo largo del tiempo).
Y el punto del documental por el que sigues hacia el siguiente episodio son la manera de mostrar los cambios de equipo. Sobre renovarse sin perder su toque de pie, que también afectaron a su propia familia y a la autoestima del propio jugador. Noventa minutos de partido, más el descuento, pueden tener resultados de gloria o de pitidos de estadio.
‘Beckham’ interesa por quienes han sido los Becks. Y este documental, después de una veintena de años juntos, sigue en forma por saber quienes son ahora.
Lo mejor: Se consigue transmitir la pasión de Beckham por el fútbol y cómo ha cambiado su forma de vivir
Lo peor: La figura de sus hijos en el documental queda en segundo plano
Descubriendo el Orbe 