Pasajeros del vuelo de Oliver y Hadley

Puntuación: 3.5 de 5.
TítuloLa probabilidad estadística del amor a primera vista (Título: Love at First Sight)
Año2023
DirecciónVanessa Casswill
GuiónKatie Lovejoy [basada en la novela de Jennifer E. Smith]
RepartoHaley Lu Richardson, Ben Hardy, Jameela Jamil, Rob Delaney, Dexter Fletcher, Sally Phillips
MúsicaPaul Saunderson
ProductorMatthew Kaplan
DistribuidorNetflix

Lo primero, a los que han hecho la traducción literal al español del título del best-seller de la escritora Jennifer E. Smith, en la que está basada esta película, gracias. Porque lo que han elegido como otra opción es tan cliché, que dudas entre si verla o no; por si acaso se convierte en una película de fin de semana o época navideña classic muy mainstream con la palabra ‘amor’ dicha 568 veces, en pleno verano. Por suerte o destino con esta rom-com tampoco se miente, algunos de los momentos de la trama vas a imaginar el desenlace tan bien como si hubieses escrito el guión. Pero es cierto que perder un avión puede traer sorpresas.

Algo así les ocurrió a Oliver (Ben Hardy) y Hadley (Haley Lu Richardson). En un aeropuerto gigante y típico, con un móvil con batería baja, un cinturón de seguridad roto; lo que muchos pensarían que ya es mala suerte se convierte en algo más de camino a Londres. En su debut como directora, Vanessa Casswill es la responsable de que no dejes de mirar la historia. Además, lo positivo es que va a un buen ritmo, porque la hora y algo de duración es lo que ocurre en un fin de semana. Y no es preciso poner una mirilla a escenas del futuro o pasado para que se asienten las emociones.

Con el dúo de protagonistas es suficiente; Haley lleva más el tempo de la acción. También con los secundarios, que son de querer darse abrazos, cuando todo parece bien en general aunque algunas cosas no estén bien. No hay un drama sostenido en metraje, no se da una lección con intenciones sobreactuadas de enseñar lo que es el tiempo y la vida mirando paisajes, pero sí hay escenas donde el área sensible va a llevar a necesitar un par de pañuelos, porque lo que se cuenta le puede pasar a cualquier pasajero.

Fotograma de la película
Miradas hablando ©Netflix

Es como si Michael le hubiese dicho a Tahani (Jameela Jamil) que para ir a un ‘The Good Place’ tuviese que hacer unas cuantas buenas acciones como muestra de su evolución personal porque así lo han pedido los de arriba. Y que ésta le hubiese pedido consejo a Eleanor y a Chidi, donde después el resultado sea esta película con Tahani tomándose muy en serio la tarea. Mezclado con un poco de magia estilo hada madrina con narración incluida y mirando a cámara.

“This isn’t a story about love. This is a story about fate. Or statistics» dice Jamil en una escena. Traducido es algo como: Mira, te ha ocurrido esto. Puede ser demasiado absurdo o extraño o muy loco y algunos pueden pensar en la opción de poner una denuncia en el peor de los casos porque estamos en 2023 y el vuelo ha sido de unas horas. Solo unas horas. ¿Es exagerado? ¿Quién se conoce de esa manera?. ¿Hay alguien veinteañero que le haya pasado algo así?. Pero, y ¿en la mejor de las situaciones? ¿Qué pasaría si no se deja lugar al «y si…»? Oliver y Hadley van a decidir entre estadísticas lo que ocurriría en su caso. Quizá son demasiadas estadísticas que crean un parón en una manera de actuar del cast que hace innecesario tanto recalcar números. Como recurso ya utilizado en tantas ocasiones, pues se pasa por alto. Puede que sea porque es sólo un viaje express y porque da sentido a uno de los protagonistas.

Mood: I’m not crying, you’re crying! Ok, what’s that on my face? 😢 ©Netflix

A las personas que tengan predilección como película romántica historias como la de Tom y Summer resumiendo 500 días, dejando todo al destino como Cusack y Beckinsale en la Gran Manzana o la chispa del comienzo entre Lara Jean y Peter Kavinsky. Con las voces en off con humor y edulcorado, y ya de por sí disfruten del género. Efectiviwonder, es tu película. A los demás, quizá les queda pensar qué ocurriría si en lugar de contar varias casualidades convertidas en una causalidad, Oliver hubiese seguido en las estadísticas y Hadley hubiera llevado en su mochila una batería extra portátil.


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